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Investigaciones absurdas:
los exfumadores consiguen mayores salarios
Para nuestro infinito contento, el mundo está lleno de universitarios decididos a obtener su tesis doctoral y, como la originalidad parece ser un plus, las investigaciones se centran en los temas más peculiares.
 En esta ocasión dos eruditas, de la Universidad del Estado de Georgia y del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, se las arreglan para vincular el grado de tabaquismo con los salarios. Parece ser que hay grandes diferencias entre no haber fumado nunca, seguir fumando o haberlo dejado: estar en uno u otro grupo acarrea consecuencias insospechadas para nuestras perspectivas de retribución profesional.
No vayan a pensar nuestros lectores que los datos se han obtenido de cualquier manera. Nada de encuestitas online con SurveyMonkey o, peor aún, a través de Facebook. ¡Nooooo! Estas señoras se han pasado nada menos que ¡veinte años! recopilando información sobre tan relevante asunto.
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¿Os devora la curiosidad? Este imprescindible estudio no sólo confirma lo que ya se ha documentado en numerosas ocasiones (los fumadores ganan menos que los no fumadores), sino que aporta una valiosísima información adicional: el salario de los exfumadores es superior en un 7% al de las personas que nunca han fumado.
¡Ooooh! Por fin sabemos que los que más dinero ganan son los exfumadores, seguidos por los que nunca han fumado y terminando por los que no consiguen abandonar el humeante vicio. La gran pregunta es si este dato nos sirve para algo.
¡Por supuesto que sí! Con nuestra reconocida vocación de servicio público, sugerimos algunas ideas para aprovechar los resultados de tan exhaustiva investigación:
- Modificar el enfoque de las campañas antitabaco. Está claro que los lúgubres avisos de las cajetillas no dan ningún resultado: "Fumar produce cáncer". "Fumar te deja estéril". "Fumar mata". Pues bueno. ¿Y a quién le importa? Total, de un modo u otro nos vamos a morir, ya vivimos rodeados de montones de agentes cancerígenos y tampoco es que queramos criar una familia numerosa.
Pero, ¿qué ocurriría si las cajetillas lanzaran otro tipo de mensajes? "Más tabaco, menos dinero". "Fumar mata tu cuenta bancaria". "Deja de fumar y ganarás más que tu cuñado". ¡Ah, seguro que ahí la cosa cambiaría! Puestos a elegir entre perder un pulmón o unos miles de ingresos anuales, ¡está claro lo que más nos duele!
- Afinar en la búsqueda y selección de personal, con diferente orientación según las prioridades de cada empresa. Por ejemplo, si una compañía está dispuesta a pagar más para contratar trabajadores productivos y de alto rendimiento, tendrá que buscar exfumadores:
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Bueno, y dígame, ¿fuma usted? -, preguntará el director de Recursos Humanos. |
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No, jamás he fumado -, presumirá cándidamente el aspirante, imaginando la positiva valoración que hará el entrevistador de su saludable estilo de vida. |
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Pues lo siento mucho, pero no tiene el perfil adecuado para trabajar con nosotros. Fume durante un año, déjelo y después vuelva a enviarnos su curriculum. |
Por el contrario, si la empresa es poco ambiciosa y sólo desea controlar los costes laborales pagando menores sueldos, sin preocuparse por la valía y la productividad potencial del candidato, la selección de personal llevará otros derroteros:
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Y dígame, ¿usted fuma? -, indagará el responsable de Recursos Humanos |
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Ya no, he logrado dejarlo -, presumirá cándidamente el aspirante, imaginando la positiva valoración que hará el entrevistador de su capacidad de autocontrol. |
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Pues lo siento mucho, pero no tiene el perfil adecuado para trabajar con nosotros. Vuelva a fumar como un carretero y, cuando esté completamente enganchado, nos envía de nuevo su curriculum. |
Con la satisfacción de haber ofrecido motivaciones adicionales a todos aquellos que se prometen con firmeza dejar el tabaco cada vez que empieza un nuevo año, nos despedimos hasta la próxima investigación absurda que capte nuestro radar.
Cristina Carrillo
Addkeen Consulting - Buenos Aires
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